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Este sábado 17 de febrero finalizó el XXXVII torneo de ajedrez La Salle dividido en dos fases, sábados 10 y 17.

Este torneo cuenta con un gran prestigio tanto por la longevidad en su historia, ya son 37 años seguidos celebrándose, como por la gran cantidad de niños que se presentan y el alto nivel de juego con el que se desarrolla.

Pese a que por diferentes razones el Club presentó a pocos participantes, volvió a dejar bien claro que es un club con un gran nivel entre sus integrantes, ratificando torneo tras torneo que es un Gran Club, pese a su juventud, y que está a la altura en calidad y nivel de otros grandes clubes de renombre con muchos años ya en el mundo del ajedrez.

Prueba de ello han sido los fabulosos resultados de nuestros pequeños futuros grandes maestros.

En este torneo hay que hacer una mención especial a la ganadora femenina del torneo Amaya Romanillos, que se alzó con el trofeo para sorpresa de muchos supongo, un nombre desconocido para la mayoría pero que a partir de ahora recordarán, puesto que demuestra que el Club tiene unos jugadores de una muy alta calidad tanto en sección masculina como femenina.

Recordemos que este club nació en el barrio de Miralbueno con la voluntad de proporcionar a los socios y simpatizantes practicantes de la actividad de ajedrez una formación integral desde un nivel de iniciación hasta un nivel avanzado, hace escasamente un año.

Resultados en cada una de las categorías en las que participó el Club:

Nuestras felicitaciones a los chicos nuevamente, por su gran actuación. Estamos orgullosos de tener a estos pequeños futuros grandes maestros en nuestras filas, demostrando día tras día su gran calidad.

Nuestros agradecimientos a los padres que hacen posible que estos grandes resultados lleguen, aportando su paciencia y tiempo en las tardes de estos torneos, pese a que el tiempo a veces no acompañe.

Y finalmente agradecer también a los responsables del Torneo de la Salle su buena organización durante los dos sábados  y su premio-detalle final a todos los participantes, que sacó una sonrisa a todos los pequeños.

Acerca del autor

La Torre Enrocada

Una de las leyendas que acompañan a la creación del juego dice que el brahmán Sissa creó el chaturanga, el precursor más antiguo del ajedrez, basándose de las figuras del Ejército de la India e incluyó la Biga, un carro conducido por Caballos muy comunes en aquella época. El movimiento de esta pieza era idéntico al de la torre actual y su nombre en sánscrito era Ratha. Hasta la introducción de la Dama, hacia el siglo XV, la torre era la pieza más fuerte del juego y, al ser amenazada, el jugador atacante alertaba al oponente anunciando shah-rukh en alusión al jaque impuesto al rey. El enroque es un movimiento especial en el juego de ajedrez que involucra al rey y a una de las torres del jugador. Es el único movimiento en el ajedrez en el que un jugador mueve dos piezas a la vez. El enroque consiste en mover el rey dos escaques hacia la torre en la primera fila del jugador, y luego mover la torre al escaque sobre el que el rey ha cruzado. El enroque puede hacerse si el rey no ha sido movido previamente, la torre involucrada nunca ha sido movida, los escaques entre el rey y la torre involucrados están desocupados, el rey no está en jaque, y ninguno de los escaques por los que el rey pasará, o quedará, esté bajo ataque.